miércoles, 29 de septiembre de 2010

Inspiración II

Tengo algo de calderilla en el bolsillo roto donde antes guardaba alcayatas, una tarjeta de crédito desmagnetizada y lagrimas en los oídos de escuchar lo poco que se valora mi oficio. La inspiración se hundió en un bote de tomate frito  medio vacío de aguarrás. Lo que antes era nicotina en  vena, deja de crearme adicción de colores. No mastico el olor a pintura desde hace meses y hace tiempo que no tengo  citas a ciegas con imponentes lienzos vírgenes. Los consumados ya fueron caducados y ahora se me antojan vulgares.
En un gesto incomodo, meto la cabeza en la boca de mi estomago, buscando donde un día encontré la abyección y resulta que esta todo pulcramente limpio. Desde allí mismo miro al exterior buscando paisajes y encuentro rutinas.¿Dónde esta mi sustento? ¿Dónde mi motivación? Y…¿mi inspiración? Necesito encontrar una presa rápido  que se me ponga a tiro, devorar a lametazos de pincel la piel tensa del lino sin miramientos…pero no puedo hacerlo sin más, ni porque sí, necesito el influjo de algo que otros llaman musas, que un algo se active y un “click”  se conecte, que el lienzo me eche de menos tanto como yo a el y me cite a nuestro encuentro

Gatosalunares

jueves, 23 de septiembre de 2010

La inspiración

"...A veces me sentía inspirado, y si no sabéis lo que es la inspiración os diré que es una potencia sin sosiego ni norte, una furia que se hace terrible si uno piensa, "la vida es corta", mientras va sintiendo por dentro la semilla maldita de la inmortalidad. Entonces uno se envenena de supersticiones:" ¡Mientras dure la inspiración estaré a salvo de la muerte!", grita. Pero la inspiración es débil y apenas dura un vuelo, así que si consigo mantenerla pura, sin cumplimentarla de aquí para allá, si detengo su empuje por medio de la voluntad, si logro familiarizarme con un deseo imposible, moriré también, pero entre tanto seré inmortal y gozaré a todas horas de la vida. ¿A qué andar poniéndole puertas al campo?. Yo sentía que la inspiración era un mal negocio y que servirla es como trabajar para un ajeno, y a mí  me gusta trabajar para uno mismo, según la necesidad de mis conveniencias. Por tanto me dije a allí en el  poyo: " la vida es corta y está hecha a la  medida de los mansos de corazón..."

                                      Juegos de la edad tardía. Luis Landero.

Gatosalunares: hace tiempo que leí este librito.Lo he rescatado para poner aquí esta definición de inspiración.