Hasta hace muy poco hemos tenido en el museo Thyssen Bornemisza a uno de los grandes, Edward Hopper.
Hopper fue el gran pintor estadounidense, cuya obra marcó un híto en la historia del realismo americano pues logró plasmar en sus obras esa sensibilidad particular del s.xx en Estados Unidos, que se caracterizaba por el aislamiento, soledad y la melancolía.
A mi juicio personal y en cuanto a temática destacar no las obras mas conocidas, sino en este caso sus paisajes, sorprendentes algunos de espacios abiertos.Su dominio de la luz, la atmósfera y el misterio inquietante de sus escenas que sirvieron de inspiración incluso en el séptimo arte.
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